Cabildo de Tenerife

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Historia y tradición

Historia y Tradiciones

Las Islas Canarias están presentes, desde siempre, en la leyenda, como aquellas tierras míticas que se encontraban más allá de Las Columnas de Hércules, del estrecho de Gibraltar, camino del Mar Tenebroso. Aquí situaron muchos autores clásicos el Paraíso, los Campos Eliseos o el Jardín de las Hespérides, aunque uno de los primeros testimonios fiables sobre las Islas se lo debemos a Plinio, en el siglo I.

Cuando los conquistadores españoles llegaron a Tenerife, la Isla estaba repartida en nueve pequeños reinos o menceyatos: Taoro, Abona, Güímar, Anaga, Tegueste, Tacoronte, Icod, Daute y Adeje, al mando cada uno de un mencey, a quien asesoraba una asamblea de ancianos que se reunía en el tagoror. Los guanches, moradores prehispánicos de Tenerife, vestían con pieles y no hay constancia documentada de que dominasen el arte de la navegación pero sí de las batallas que libraban entre los distintos menceyatos y, posteriormente, entre estos y los conquistadores. Como curiosidad, estos antiguos moradores de las Islas usaban técnicas de momificación para algunos enterramientos, y muchas de estas momias se conservan hoy en día. Estas y los restos encontrados, por ejemplo, en enterramientos colectivos en cuevas, nos han dado una visión muy cercana de las duras condiciones de vida que soportaban, dedicados al pastoreo y la agricultura.

La conquista del Archipiélago se inicia formalmente en 1402, con las incursiones de Jean de Bethencourt y Gadifier de la Salle, en nombre de Enrique III, en Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro. Tenerife es la última Isla que se conquista, ya durante el reinado de los Reyes Católicos. La lucha es sangrienta y los españoles, mandados por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo, sufren derrotas espectaculares, como la de La Matanza, en 1494. Un año después, el Adelantado regresa con un nuevo ejército y cambia la suerte en la batalla de Aguere, sentenciando el triunfo español en La Victoria.

A lo largo del tiempo, Tenerife ha estado unida a América como paso obligado de las naves hacia el nuevo continente. Los canarios participaron activamente como colonos en el nacimiento de naciones y ciudades. Fueron familias isleñas, por ejemplo, quienes fundaron las ciudades de Montevideo y San Antonio de Texas; y en la lista de defensores del Álamo abundan los apellidos netamente canarios. Venezuela y Cuba fueron los destinos tradicionales de los emigrantes tinerfeños.

El descubrimiento de América y la penetración europea hacia el Índico a través de la costa occidental africana hacen de Canarias una encrucijada de las rutas marítimas, lo que las convirtió durante siglos en objetivo de piratas y ataques por mar. En 1797 el almirante Nelson trata de tomar, con sus naves, Santa Cruz de Tenerife. Es derrotado por el general Gutiérrez y pierde un brazo en la batalla.

Como una constante en su historia, debido a su situación geográfica, Tenerife y las Islas han mantenido ciertas particularidades económicas y administrativas con respecto al resto del territorio nacional. Estas diferencias se plasmaron en la Ley de Puertos Francos de finales de siglo XIX (1872); en la creación de los Cabildos Insulares, que vienen a ser una especie de gobiernos de la Isla (1912); y con la puesta en marcha de la ley de Régimen Económico-Fiscal especial para el Archipiélago (REF), en 1991.

En 1982, Canarias se convierte en Comunidad Autónoma y, en 1986, se integra, con el resto del Estado español, en la Comunidad Económica Europea, después Unión Europea. En la actualidad, su encaje en Europa se concreta a través de un modelo diferenciado en el Tratado de Maastricht (1992) y el Tratado de Ámsterdam (1997) y es recogido por el proyecto de Constitución europea, en el Tratado de Lisboa (2004), y el estatuto de Región Ultraperiférica (RUP).

Cada uno de los pueblos y municipios de Tenerife conserva tradiciones centenarias cuyos vecinos mantienen con especial esmero. Dichas tradiciones están vinculadas a la cultura agrícola, en las zonas de tradición rural de las medianías; a la relación con el mar y la actividad pesquera; y la especial conjunción existente en la Isla entre sus habitantes y el territorio que habitan y sus especiales características. Si deseas obtener información sobre nuestras fiestas, accede a la sección Fiestas de Tenerife).


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