Es la zona eminentemente forestal que circunda el Parque Nacional del Teide, donde se ubican las mejores muestras de pinar y vegetación de alta montaña de Tenerife. En este espacio se encuentran las cabeceras de buena parte de los barrancos que forman la red de drenaje del norte y sur de Tenerife, por lo que ejerce un destacadísimo papel en la captación de aguas y la conservación de suelos ante la erosión.
Entre sus grandes unidades geomorfológicas destacan las gigantescas estructuras del Valle de la Orotava y el de Güimar. Otras estructuras de notoria singularidad en el parque son el Paisaje Lunar de los altos de Vilaflor y las Cuevas Negras al norte de Pico Viejo.
La fauna y la flora cuentan con una altísima biodiversidad endémica, entre la que se encuentran varias especies amenazadas y muchas protegidas por la legislación nacional y por convenios internacionales. La avifauna de pinar tiene en este lugar un magnífico refugio, contando con varios endemismos. También existen elementos geomorfológicos destacados (barrancos, pitones, lavas recientes, etcétera.) y representativos de la geología insular, algunos de notoria singularidad. En conjunto constituye un espacio de excepcional belleza y valor paisajístico.
Los principales accesos al Parque Natural de Corona Forestal son desde La Esperanza, a través de la TF-24 (carretera Dorsal); desde Arafo, por la TF- 523 (carretera de Los Loros); desde La Orotava, por la TF-21; desde Guía de Isora, por la TF-38; o desde Vilaflor, por la TF-21.
46.612,9 Has.
Los Realejos, Adeje, Vilaflor, Guía de Isora, Santiago del Teide, Garachico, Icod, La Orotava, La Guancha, San Juan de la Rambla, Granadilla, Arico, Fasnia, El Tanque, Güimar, Arafo y Candelaria.
Corona Forestal fue declarado Parque Nacional y área de sensibilidad ecológica por la Ley Autonómica 12/94, refundida posteriormente con la Ley de Ordenación del Territorio de Canarias mediante el Decreto Legislativo 1/2000.