Las carreteras son un elemento fundamental, al tiempo causa y efecto, del desarrollo de las sociedades modernas, que transforman las relaciones humanas y los modos de producción, logísticos y de intercambio de bienes y servicios. Presentan un efecto múltiple sobre el territorio, tanto en su fase de construcción como en la de explotación. La construcción de las carreteras hace siempre uso, en muchas ocasiones intensivo, de los recursos naturales y su implantación produce efectos sobre los hábitats en los que se instalan. Pero la carretera también agota y "consume" un recurso de más difícil cuantificación: el paisaje.
En este sentido el aparato legislativo y normativo, en todas las instancias desde la europea a la insular - y en particular el Plan Insular de Ordenación de la Isla de Tenerife -, viene prestando especial atención para que se conjuguen adecuadamente los factores ambientales con los territoriales, funcionales y económicos.
Con estos apoyos normativos y una cultura ambiental creciente, el Área de Carreteras, Movilidad e Innovación viene realizando un importante esfuerzo para conseguir la integración paisajística de las infraestructuras viarias y para prevenir, minimizar y corregir los impactos ambientales, en todas sus fases de planificación, construcción y explotación, que se concretan en: